El padre tiene un rol muy importante en todas las etapas que comprenden el embarazo, el parto y el postparto, incluso cuando se ofrece lactancia materna. Una de las fases más delicadas para la mujer es el postparto inmediato: la madre necesita un periodo de recuperación física y emocional independientemente del tipo de parto que haya tenido (vaginal o cesárea).

En esta etapa de recuperación, la mayoría de mujeres precisan de ayuda para la realización de actos básicos cotidianos como ir al baño o incorporarse de la cama. Se trata de una etapa llena de novedades y descubrimientos, de momentos inolvidables pero acompañados de agotamiento. Además de los evidentes cambios físicos, la madre sufre importantes cambios emocionales tras el parto, por lo que resulta primordial gozar del apoyo de la pareja y sentirse acompañada.

Un recién nacido requiere de muchos cuidados básicos que deben ser compartidos por la pareja. Atrás quedaron los tiempos en los que el padre era un elemento pasivo en la crianza de los hijos y en las tareas del hogar.

Si bien es cierto que el bebé y la madre se necesitan muchísimo durante los primeros meses de vida es importante que el padre lo propicie y genere un ambiente adecuado para ello.

Por lo tanto, la principal misión del padre, es cuidar de su familia y procurar un entorno que permita que la madre pueda atender a las necesidades del bebé y que él se ocupe de las tareas del hogar.

En ocasiones la mujer se vuelca tanto en los cuidados del recién nacido que olvida sus propias necesidades básicas y no siempre está en las condiciones óptimas para realizar determinadas tareas. Por ello es primordial el rol del padre en la familia, ocupándose de aquello necesario para que la madre puede dedicarse en cuerpo y alma al recién nacido.

Así mismo, puede aprovechar los momentos para ir estableciendo vínculo con su hijo. Darle un paseo o un baño pueden ser ratos muy agradables para ambos y así la madre puede aprovechar para darse una ducha o descansar un rato.

Ocho semanas de permiso de paternidad

Para que el padre pueda estar presente, acompañando a la madre y al hijo y siendo parte activa en el puerperio, es preciso impulsar medidas para llevarlo a cabo.

España ha anunciado recientemente que el permiso de paternidad se ampliará a ocho semanas en 2019, a 12 en 2020 y 16 en 2021, año en el que estaría equiparado con el de la mujer. Los permisos, que deberán cogerse inmediatamente después del parto o la adopción. Esta medida busca la igualdad entre hombres y mujeres y fomentar la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos por parte de los padres.

La posibilidad de que sean transferibles no se contempla. Sin embargo, desde metodocanguro opinamos que deberían permitir a las familias que pudieran decidir como repartir esas semanas según sus propios criterios. Qué opináis vosotros?