Buscar un embarazo es siempre una etapa ilusionante, llena de emociones, incertidumbre y, a veces, de cierta frustración si éste no termina de llegar.

Las mujeres que quieren convertirse en madres y están buscando el embarazo suelen observar todo con mucho más detenimiento. Están alerta de cualquier pequeño cambio que su cuerpo pueda sufrir y/o de cualquier sensación nueva.

¿Cómo saber si estoy embarazada?

El primer síntoma de las mujeres embarazadas (y el más evidente) es la ausencia de menstruación, también conocido como amenorrea. En mujeres con ciclos menstruales regulares la ausencia de regla una semana ya puede ser un signo de embarazo. Sin embargo, este síntoma no es determinante si tienes ciclos menstruales irregulares.

Un test de embarazo casero y una analítica en tu centro de salud pueden confirmar si hay o no embarazo.

Signos de embarazo

Antes de obtener dicha confirmación, muchas mujeres empiezan a sentirse «raras». Y es que durante las primeras semanas de gestación su cuerpo ya está haciendo un esfuerzo extra. Por tanto es normal notar sensaciones distintas. Por ejemplo, sentirte más cansada o con sensación de indigestión, pudiendo esto provocar también mareos o náuseas.

La fatiga es uno de los primeros signos de embarazo; esto se debe, en parte, a un rápido aumento de la hormona progesterona. La somnolencia en el primer trimestre es bastante habitual.

Como también lo son las náuseas y los vómitos. Al contrario de lo que suele pensar, las náuseas del embarazo pueden aparecer a cualquier hora del día, no sólo por las mañanas (lo que conocemos como náuseas matutinas). Estas suelen aparecer al mes o a los dos meses de quedarse embarazada. Aunque la causa exacta no está clara, parece que las hormonas tienen mucho peso en este malestar.

Como veís, los cambios hormonales son tales en las primeras semanas de gestación que provocan cambios significativos tanto en el cuerpo de la mujer como en su estado de ánimo. Des del punto de vista físico, pueden hacer que las mamas se vuelvan sensibles y aumenten su tamaño. Esto podría durar semanas o prolongarse durante el embarazo.

Si estás embarazada es posible que tus visitas al baño vayan en aumento conforme avanza tu estado. Esto se debe a que durante el embarazo la cantidad de sangre del cuerpo aumenta considerablemente. Esto hace que los riñones procesen líquido extra que acaba en la vejiga.

Otros signos y síntomas de embarazo

Existen otros síntomas de embarazo durante el primer trimestre que son menos evidentes como, por ejemplo, los cambios de humor, el estreñimiento o la congestión nasal.

Las hormonas están revolucionadas y es normal sufrir cambios de humor. Es común emocionarse con facilidad e incluso llorar más de lo habitual en esta etapa. ¡Y es que la sensibilidad está a flor de piel!

El embarazo provoca, además, que el sentido del olfato se desarrolle rápidamente, pudiendo provocar aversión por ciertos alimentos u olores fuertes como pudieran ser determinados perfumes por los que antes no se tenía rechazo. ¡Incluso puede cambiar tu sentido del gusto! Estos cambios de preferencias podrían deberse también a los cambios hormonales.

Muchas embarazadas sufren rinitis, que consiste en congestión nasal y dolor de cabeza. Una sensación muy parecida a la de un resfriado. El aumento de los niveles hormonales y de producción de sangre hacen que las membranas mucosas se inflamen y se sequen con más facilidad. Esto provoca que tengas sensación de nariz tapada y/o goteo. No suele identificarse como un síntoma de embarazo pero sí lo es.

La distensión abdominal o la sensación de sentirse hinchada también puede ser uno de los primeros síntomas de embarazo. Es posible que notes la misma hinchazón propia de cuando te va a bajar la regla en las primeras semanas. Éste sin duda avanzará durante la gestación.

Otro signo de embarazo habitual es el estreñimiento. Durante el embarazo, el sistema digestivo se “ralentiza” y esto puede provocar dificultades para ir al baño.

Los calambres uterinos leves son menos conocidos pero pueden darse desde las primeras semanas de gestación.

También aumenta el flujo vaginal blanquecino y se espesa. Un hecho que continuará durante los próximos 9 meses.

La sangre, en general, asusta mucho durante el embarazo. Tener un sangrado se asocia rápidamente a presentar una complicación o incluso a una pérdida del bebé. Sin embargo, el manchado leve puede ser uno de los primeros signos de embarazo. Se le conoce como sangrado de implantación. Sucede cuando el óvulo ya fecundado se adhiere al útero y suele darse entre 10-14 días después de la concepción.

Como veis, muchos de estos signos y síntomas que acabamos de exponer no son exclusivos del embarazo. De ahí que sea difícil relacionarlos con éste especialmente durante las primeras semanas de gestación. Además, no hay dos embarazos iguales incluso para una misma mujer. Asimismo puedes estar embarazada sin presentar la mayoría de estos signos.

Si piensas que puedes estar embarazada, hazte una prueba de embarazo. Si el resultado es positivo, programa una cita con tu ginecólogo o médico de cabecera para empezar cuanto antes con la atención médica prenatal. Las vitaminas y minerales como el ácido fólico y hierro apoyan el crecimiento y desarrollo de tu bebé.

Además, la detección precoz del embarazo, permite tomar medidas saludables a tiempo tanto para evitar el consumo de alcohol y otras sustancias nocivas. Así como para adecuar y mejorar la alimentación e iniciar la ingesta de ácido fólico y vitaminas siempre y cuando el médico de cabecera o ginecólogo lo considere oportuno. Todo con el fin de ofrecer lo mejor al bebé en camino.