Hoy queremos hablar sobre la libertad de movimiento del bebé y el porteo. Empecemos por definir qué es el movimiento libre. No es, ni más ni menos, que dejar que el bebé tenga libertad de movimiento sin intervención del adulto, es decir, que pueda moverse a sus anchas, de forma espontánea y autónoma. Esto implica no colocarle en ninguna posición a la que no haya llegado por sí mismo.

Pero ¿es posible la libertad de movimiento en el porteo? La respuesta es sí. Cuando hablamos de porteo ergonómico, seguro y respetuoso estamos hablando de libertad: en todo momento vamos a respetar la evolución del bebé, su desarrollo, su autonomía y, en ningún momento, le vamos a forzar. Siempre que el porteo sea ergonómico y seguro, como las opciones que te damos en Amarsupiel, no existe el conflicto con el movimiento libre y la actividad autónoma.

Debemos respetar que el bebé marque en todo momento los tiempos de movimiento libre, para ello, debemos promover y considerar su capacidad autónoma.

Sin embargo, sí queremos explicarte desde Método Canguro que el porteo no afecta negativamente a una crianza que abogue por la psicomotricidad libre del bebé, al contrario, es una parte fundamental de este proceso. Nunca debemos olvidar que el porteo es el medio de transporte de bebés más antiguo después de los brazos y que los portabebés tienen infinidad de beneficios tanto para el desarrollo del bebé como para el portador (mamá, papá, abuelos, tíos…) Ya los bebés del Paleolítico necesitaban contacto y cuidado, libertad de movimiento y también mucho suelo para poder explorar en libertad.