Portear en vertical es totalmente seguro para bebés de todas las edades, incluidos los recién nacidos, y es ideal para su desarrollo tanto físico como emocional y psicológico. Se trata de una posición natural para la que el bebé se tiene que preparar y para la que está diseñado. De hecho,  la posición en la que el bebé se siente más protegido es en vertical sobre el cuerpo de la madre, respetando su postura fisiológica y mirando hacía el cuerpo adulto. Lo dice el prestigioso especialista en neurociencia perinatal Nils Bergman.

El portabebés debería darle al bebé el sentimiento de seguridad que otorgan los brazos, por tanto, debe envolver al bebé con firmeza (sin apretar), especialmente durante los primeros meses en los que el pequeño no puede sujetar la cabeza y tiene menos tono muscular. Una vez más insistimos en la importancia de elegir un portabebés ergonómico y colocar correctamente al pequeño. Todos los portabebés de Amarsupiel son ergonómicos.

Beneficios de portar en vertical

Los pequeños que son cargados en posición vertical muestran un mejor control de la cabeza, respecto a aquellos que pasan buena parte del día tumbados (posición de partida) o aquellos que son porteados únicamente en modo de cuna. La verticalidad también permite al bebé mover la cabeza con facilidad y le abre las vías respiratorias, facilitando la respiración. La posición adoptada en un portabebés ergonómico, en forma de ranita,  ayuda a evitar el reflujo y a luchar contra los gases.

Esta posición también tiene beneficios para el porteador debido a que resulta más cómoda, puesto que el peso del bebé va mejor repartido sobre el cuerpo del adulto. Que el porteo sea un éxito dependerá no solo de la experiencia del pequeño sino también de que se respeten las necesidades del adulto que portea.

Mitos de portear en vertical

Si el bebé no aguanta la cabeza, sus cervicales están sometidas a un esfuerzo para el que no están preparadas en posición vertical. En el caso de los portabebés no ergonómicos (es decir que no respetan la posición fisiológica del bebé) esto es verdad. En este tipo de portabebés la columna del pequeño va totalmente recta y sus piernas colgando (se conoce como posición “colgona”). Sin embargo, en los ergonómicos que se usan correctamente, la pelvis se bascula de modo que la espalda mantiene su posición natural (curvada), de esta manera las vértebras no se apoyan las unas sobre las otras y, por tanto, no soportan un esfuerzo que no debieran. Además, cada parte de la espalda recibe el apoyo que necesita por parte del portabebés y su cabeza, inmadura, queda apoyada en el cuerpo del adulto.

Se fuerza la apertura de cadera, si se portea en vertical. Al portear de manera ergonómica y colocando correctamente al pequeño nunca se fuerzan posturas ni se abren las caderas más allá de la posición fisiológica del bebé. La posición que el pequeño debe adoptar es en forma de ranita, con las rodillas por encima del culete y formando una M.

En resumen, portear en vertical no solo es totalmente seguro si no que es muy beneficioso para el bebé y cómodo para el porteador. Eso sí, hay que hacerlo SIEMPRE con un portabebés ergonómico, es decir, que respete los tiempos del niño, su desarrollo psicomotor y facilita la vida de los padres.

* Foto de la mochila evolutiva de espigas de Amarsupiel de www.metodocanguro.com