Con motivo de la campaña “12 meses, 12 consejos de salud”, el colegio de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) recomienda utilizar portabebés ergonómicos en lugar de cochecitos para transportar a los niños. Los pequeños que pasan gran parte del tiempo en los cochecitos, en posición horizontal, tienden a llorar mucho más que aquellos que son porteados y son más propensos a padecer plagiocefalias, un trastorno que sufren 1 de cada 10 niños caracterizado por la distorsión asimétrica (aplastamiento lateral) del cráneo causada por tener la cabeza apoyada del mismo lado durante mucho tiempo. Según los fisioterapeutas, los portabebés están especialmente recomendados para los bebés prematuros.

Para que el porteo sea seguro es muy importante colocar bien al bebé y se debe respetar la posición natural del bebé (en forma de ranita), el portabebés debe ser ergonómico y estar homologado, además de llevar buenas sujeciones para la cabeza si el bebé va erguido y es menor de 6 meses.

Desde Método Canguro hemos hablado en más de una ocasión de los numerosos beneficios de portear. Entre ellos, favorece el desarrollo del bebé, regula mejor la temperatura corporal y las constantes vitales del pequeño, facilita la curación de la luxación congénita de cadera o displasia en recién nacidos (al respetar la posición de rana natural del bebé),  fortalece los músculos de la espalda y la cabecita se redondea por sí sola (al no estar apoyada en una superficie rígida y plana). Además, facilita el aprendizaje del lenguaje y la socialización, ya que el bebé está constantemente estimulado. Cuando los niños están cerquita de sus padres, se sienten más seguros, lloran menos y están menos estresados durante el día y eso se traduce en un mejor descanso por la noche. El porteo también favorece la lactancia materna y fortalece los vínculos.

El porteo también es bueno para los padres y puede prevenir los dolores de espalda si se lleva a la altura del pecho, tiene el peso del bebé bien repartido y cerca del centro de gravedad del porteador. Además, llevar a los niños pegados al cuerpo deja las manos libres, por lo que nos permite hacer otras cosas. Los expertos destacan la importancia de cuidar la higiene postural especialmente en los momentos del baño o los cambios de pañal, cuando no siempre se adoptan las posturas recomendadas. Para una correcta postura es necesario flexionar ligeramente las rodillas para que la tensión no recaiga sobre  los lumbares.

*Foto de www.metodocanguro.com