Hay que educar desde el respeto y el amor. Como padres, es importante transmitir a los pequeños el valor de decir “gracias”, “por favor”, “lo siento” o “buenos días”. A simple vista puede parecer simplemente un acto de cortesía, sin embargo enseñándoles estas costumbres sociales se trabajan también las emociones, el respeto y otros valores básicos para la convivencia, tan necesarios hoy en día en nuestra sociedad. Los humanos sentimos la necesidad de relacionarnos y conectar con los demás desde bien pequeños y estos valores son claves para tener interacciones saludables y de calidad.

Los expertos recomiendan introducir estas costumbres a una edad muy temprana, a pesar de que nos dé la sensación de que no nos entienden ni prestan atención. Nos sorprenderíamos de lo receptivo que es el cerebro de un bebé a los estímulos, especialmente si viene de sus progenitores.

Los niños menores de dos años no entienden el significado de decir «gracias», a pesar de que sean capaces de reproducir la palabra. Con el tiempo aprenderán su significado, como también lo harán de empatía, respeto, sentido de justicia y reciprocidad. Los expertos dicen que, sobre los siete años, los niños descubren los valores que conforman su inteligencia social: empiezan a valorar más la amistad, a entender al prójimo y a disfrutar de la colaboración. Tratar con respeto a los demás es una manera de respetarse a sí mismo.

Ser agradecidos

No nos cansamos de decirlo: el mejor ejemplo para los hijos son los padres. Cuando están en edad escolar, los profesores también pasan a ser sus referentes. Por ello, tanto una figura como la otra resultan fundamentales a la hora de inculcar valores a los niños. Si los adultos que les rodean son agradecidos, ellos también lo serán. Se debe enseñar a dar las gracias a los pequeños no solo por las cosas materiales que reciben, sino también por los gestos o acciones diarias. De esa manera, se les enseñará a valorar lo que tienen.

Es importante que, tanto en casa como en la guardería o escuela, se reconozca el esfuerzo de los niños. La gratitud aporta bienestar y reconocimiento a los niños. Dar las gracias por actitudes positivas y por  buen comportamiento, incita a los pequeños a hacer el bien y a sentirse valorados. Los besos, abrazos, gestos y sonrisas también pueden ser una bonita manera de mostrar gratitud.

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